TRABAJANDO INCANSABLEMENTE
A lo largo de la década de 1960 la junta directiva asumió, además de las actuaciones indicadas, otras referidas a la creación de la banda de cornetas y tambores, la adquisición de solar en donde edificar su sede de hermandad, la reforma de la carroza, como también proporcionar a los hermanos un cirio de cera para acompañar el paso, pues “todo nazareno que vista la túnica viene obligado a formar parte en las filas de su paso, llevando consigo un cirio, no pudiendo éste ir fuera de su fila mientras esté su paso desfilando por la calle”. Esto último es trasmitido por el presidente a los hermanos de “El Beso de Judas” según acuerdo de la Junta de Procesiones en la asamblea de 9 de mayo de 1965.
El esfuerzo, la dedicación y el tesón favorecieron su consolidación con un progresivo deseo de superación que se hizo realidad a partir de la década de 1970. Uno de los principales retos fue la sustitución de la imagen del Ángel con la Cruz, que procesionaba en la noche de Viernes Santo desde el año 1962, por un nuevo paso. En este caso debía de ser el de Jesús Traspasado, en referencia al momento en el que, tras la muerte de Cristo, el soldado Longino atravesó su costado con una lanza. A fin de continuar en la línea artística de las figuras que componen el conjunto de “El Beso de Judas”, se encargó igualmente el nuevo paso a la casa comercial “El Arte Cristiano” de Olot, según contrato que firmaron Juan y José María Martínez Muñoz el 28 de octubre de 1970 y con el visto bueno del párroco de Santiago, Antonio Gómez Pellicer. Una vez la imagen en Totana, comenzó a procesionar en la Semana Santa del año 1971, en la noche de Viernes Santo. Desde entonces la que se había denominado como “Cofradía del Beso de Judas o Prendimiento” cambió su nombre para pasar a titularse como “Hermandad de El Beso de Judas y Jesús Traspasado”.
De nuevo se hizo necesario trabajar intensamente para recaudar fondos y atender, además de los gastos ordinarios, el pago de este importante encargo, al que se hizo frente con las cuotas de los hermanos que, desde el año 1968, eran de diez pesetas mensuales y la venta de Lotería Nacional, recursos en los que durante muchos años ha basado la Hermandad su financiación.
En mayo de 1977 se produjo la renovación de la junta directiva, continuando como presidente Juan Martínez Muñoz. En 1982 asumió la presidencia de la Hermandad Juan José Martínez Melenchón, perseverando en la labor de engrandecimiento y preocupación constante por testimoniar una presencia digna y coherente en la Semana Santa de la ciudad. Igualmente, la implicación de Juan José en responsabilidades tanto de la Junta de Procesiones, como del Ilustre Cabildo Superior de Procesiones de Totana, hacen de él una persona de gran compromiso, entrega y dedicación a todo lo relacionado con la celebración de este importante acontecimiento. Una importante inversión supuso la construcción de un nuevo trono tallado en madera que se estrenó en la Semana Santa de 1996, como también el reto de la renovación de sus estatutos y la presentación para su aprobación eclesiástica en 1999. En ese mismo año la Hermandad vive con gozo el Nombramiento de “Nazareno de Honor” de la Semana Santa del que fue hermano fundador y durante muchos años presidente de la misma, Juan Martínez Muñoz. En este proceso el presidente Juan José Martínez Melenchón ha estado apoyado por una junta directiva llena de inquietud e iniciativa.
En el año 2001 se produjo el nombramiento de una nueva junta directiva tras el correspondiente proceso electoral, presidida por Gonzalo Cano Cayuela. En octubre de ese mismo año proponía el justo reconocimiento de Hermano Mayor Honorario a los fundadores de la Hermandad, José María, Juan y Ángel Martínez Muñoz, “junto con otros hermanos ya fallecidos”, iniciativa que fue aprobada unánimemente por la asamblea. En esta última etapa se comenzaron una serie de actuaciones encaminadas a recaudar fondos para dotar a la Hermandad de las necesidades que demandan los tiempos. En el año 2003 se realizaron acertadas gestiones que tuvieron como finalidad la adquisición de un espacio en donde ubicar una nueva sede. Se ha conseguido de este modo un lugar de mayor amplitud y con capacidad de atender las necesidades de la Hermandad. En marzo de 2005 se llevó a cabo un proceso electoral en el que fue reelegido el presidente Gonzalo Cano Cayuela, manteniendo la junta directiva elegida en 2001.
En la primavera de 2011, con motivo de la celebración de su 50 Aniversario, la Hermandad, en similar línea de reconocimiento al esfuerzo de su historia, en homenaje hacia todos aquellos que han trabajado a lo largo de este tiempo en favor de esta arraigada esencia nazarena, presenta una cálida exposición en la sala municipal Gregorio Cebrián. En ella muestra, con esmero e intenso cariño, tanto sus imágenes devocionales como significativos signos de su patrimonio y compromiso nazareno. En la tarde del dos de abril de ese año, la Cofradía vive momentos de gran alegría pues tiene lugar la inauguración de su nueva sede, un proyecto en el que ha venido trabajando con ahínco, implicación y acertado criterio a lo largo de los últimos años. De igual modo, se debe reseñar la ejecución de un banderín para su banda de cornetas y tambores.
En 2015 se adquiría un nuevo local, frente a la sede de la Hermandad, iniciándose los trabajos de acondicionamiento, una tarea que se hace realidad gracias al trabajo concreto y preciso de sus hermanos. En 2016 se afrontó la restauración del trono que había sido tallado en 1996. En 2017 se lleva a cabo la rehabilitación de las imágenes de los soldados romanos que acompañan a Jesús Traspasado. Estas notables actuaciones definen un nuevo quehacer nazareno de la Hermandad. Para afrontar estos retos se cuenta con la cooperación de los hermanos cofrades, como también con un sólido y preciso caminar que permite participar y organizar diferentes eventos con los que conseguir los fondos imprescindibles para el desarrollo de estos retos nazarenos. Desde estas perspectivas, sus hermanos se hacen presentes en diferentes celebraciones en la localidad y abren su sede a actividades de raigambre, con acciones colaborativas que despiertan el reconocimiento de todos cuantos se acercan a ella, como también con otras de naturaleza catequética orientada a ofrecer la grandeza del nacimiento de Cristo, con la confección de un Belén.
En el verano del año 2018 se produjo el nombramiento de una nueva junta directiva tras el correspondiente proceso electoral, presidida por José Martín Cánovas Sánchez, en sus primeros 4 años de mandato y teniendo por medio la pandemia COVID 19, la que ocasionó que en los años 2020 y 2021 no hubiese procesiones por nuestra localidad, no por este motivo se ha dejado de trabajar por esta hermandad, y cuenta de ello es la confección de una página web para nuestra Hermandad, algo muy demandado por estos tiempos, dicha página ha sido realizada por un hermano cofrade, también se ha conseguido la realización de nuevos báculos para los nazarenos (azules), con el afán de esta directiva por mejorar y mantener el patrimonio de esta Hermandad, se han adquirido un nuevo varal para el pendón y otro para el estandarte, ambos también han sido restaurados por las manos de varios miembros de la directiva que sin ánimo de lucro han puesto su buen hacer en esta tarea, los nuevos báculos, el varal del pendón y el varal del estandarte han sido realizado en los talleres de Diego Penalva en (Cieza). En la noche del 06-04-2022 todas estas nuevas adquisiciones fueron bendecidas por nuestro consiliario Francisco José Fernández García, posteriormente en este mismo año se pudo procesionar por las calles de Totana con estos nuevos elementos procesionales.
En julio de 2022 se llevó a cabo un proceso electoral en el que fue reelegido presidente José Martín Cánovas Sánchez, manteniendo a la mayoría de personas de la junta directiva elegida en 2018, e incorporando a nuevos miembros a ella. Manteniendo el mismo afán por mantener las costumbres y recuperar el patrimonio y la historia de esta Hermandad, en la noche del 27-10-2022 la nueva junta directiva aprueba la realización de proporcionar a la banda de cornetas y tambores de una nueva indumentaria para las procesiones, dicha indumentaria está compuesta por una túnica de estilo tradicional de Totana, de color dorado, igual que la primera indumentaria con la que comenzó la banda de cornetas y tambores allá por el año 1969, se completa con una cuerda de color blanco y azul, fajín azul con nuestro emblema actual bordado en el centro y gorro hebreo de color azul con escapulario dorado en el centro, colores característicos de esta Hermandad, las túnicas son confeccionadas por miembros de la directiva y hermanos cofrades.
En el año 2023 se realiza una profunda restauración a los dos faroles que acompañan al estandarte, y se terminan con un tratamiento final de baño en plata, de este modo quedan en consonancia con el nuevo varal del estandarte realizado el año anterior.
A finales del año 2024 se mejora la insonorización de la sala de ensayo de la banda de cornetas y tambores, instalando una esponja especial acústica de 8cm, la cual absorbe el sonido generado en el interior evitando el efecto rebote generado anteriormente, de este modo se mejora la calidad del sonido en los ensayos, y también se baja en gran cantidad los decibelios fuera de la sala de ensayo.